jueves, 3 de enero de 2019

MI CARTA A LOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos
Sus Majestades de Oriente

Ante todo espero estén bien de salud y ya casi terminando los preparativos para la gran noche del 05 al 06 de enero, me imagino será un trabajo agotador, pero bueno, ustedes son "magos", "hombres sabios", "hombres de ciencia" y sabrán como hacer que todos los niños y no tan niños reciban sus regalos.
De acuerdo con la enseñanza católica impartida por las maestras de mi querido y recordado Colegio San Pedro, Los Chaguaramos, donde estudié,  guiados por una estrella, la Estrella de Belén, llegaron hasta Belén lugar donde nació el Niño Jesús, para adorarlo y le llevaron de regalos Oro, Incienso y Mirra, cada uno con un significado. El Oro porque era el regalo de los reyes, es decir había nacido un Rey, Incienso porque era el regalos de los Dioses, había nacido un Dios y la Mirra era el regalo para los mortales, para embalsamar sus cuerpos, había nacido Jesucristo, el hijo de Dios hecho hombre.

Dicho esto, paso a hablarles un poco de mí, para entrar en confianza,  soy un Venezolano, médico de profesión, pediatra para más señas (es decir ya dejé de ser niño, pero mantengo el espíritu infantil...) con una graaaan familia, este año en vista de la difícil situación que atraviesa mi país, tuve que emigrar a Tenerife, Islas Canarias, España, en la búsqueda de un poco de paz y salud integral.
Mi vida entera tanto personal como profesional la metí en dos maletas de 23 kilos y con ellas legué a estas tierras, al abrirlas y al sacar poco a poco mis pertenencias, sacaba también poco a poco mi vida en Venezuela, mi niñez, mis padres fallecidos, mi colegio, mi primer amor, mis afectos, mis amigos, mis títulos universitarios, mis pequeños pacientes, mis alumnos, mis recuerdos más bonitos se iban volando uno a uno  a medida que la maleta se iba vaciando.
Al final, me quedé con las maletas vacías, con una vida atrás y una vida porvenir en un país extraño.

Y aunque le agradezco a Dios, al Gobierno Canario así como a su gente que me han acogido amablemente y han tratado de hacerme sentir como en casa, sin embargo, la tierra llama, la tierra duele, la tierra emociona, la tierra está en lo más profundo de nuestro corazón, es una impronta que perdura hasta el fin de la vida.

Pero bueno ya no los agobio más , paso a entrar en materia, les pido entonces a sus Majestades, que no me traigan oro, incienso y mirra, prefiero me lo cambien si lo les importa por Salud, Prosperidad, Felicidad, Integración, Oportunidades, Viajes, Vida, Amistad, Solidaridad, no solo para mí sino para mis compatriotas decentes que como yo dejaron su Venezuela querida.

Ahora bien, no crean que no les voy a pedir nada material, les cuento que tengo un lema de vida que reza lo siguiente: "verse bien es sentirse bien", por lo tanto me pueden traer unas bufandas y si son de marca mucho mejor, me encantan y forman parte de mis outfit de esta temporada invernal.
Se me olvidó comentarles que me he portado muy bien este año, por lo tanto no se les ocurra echarme la broma de dejarme "carbón"... por favor.

Dejo testimonio gráfico del buzón de correos donde dejé las cartas, digo las cartas, porque como soy un niño listo, y para que no se pelearan entre ustedes por mi preferencia hacia alguno, escribí tres cartas iguales, y las introduje en el buzón con sus respectivos nombres.

Con afecto y esperando lo solicitado

Eduardo





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