domingo, 10 de junio de 2018

EL JUEGO DE LA ASFIXIA, UNA NUEVA AMENAZA A LA SALUD INFANTO-JUVENIL


El juego de la asfixia (en inglés "choking game") es una práctica de alta peligrosidad y de riesgo mortal que consiste en el acto de inducirse una persona al desmayo, por medio de la asfixia intencional con el fin de sentir una sensación de desvanecimiento.
Es una práctica que aunque no es nueva, en estos tiempos ha adquirido mucha notoriedad y está de moda entre los niños y jóvenes latinoamericanos.
Consiste en un estrangulamiento o sofocación de forma intencional y voluntaria de un adolescente a otro con el objeto de experimentar una sensación de placer que puede llegar incluso al desmayo.

Los numerosos estudios al respecto, nos indican que las principales motivaciones involucradas en esta peligrosa práctica podrían ser: 
1. La búsqueda de emociones fuertes con gran descarga de adrenalina
2. La presión social que juega un papel muy importante en la adolescencia, puede ser visto como un rito de iniciación a pertenecer a determinado grupo.
3. La falsa creencia que es inocuo 
4. Sentir una sensación similar al consumo de alcohol o drogas.

Los daños ocasionados por esta peligrosa práctica, al provocar una hipoxia cerebral, es decir falta de riego sanguíneo y por ende de oxígeno al cerebro, puede ocasionar desde desmayos, caídas con traumatismos, convulsiones, coma y hasta la muerte, todo dependiendo del tiempo, frecuencia e intensidad de la asfixia.
Como vemos no es un juego, es una práctica peligrosa con graves daños a la salud física y emocional de los niños y adolescentes.

Cómo podemos prevenir estas prácticas peligrosas?
En primer lugar la familia está llamada a ser el ente protector de sus miembros, una buena comunicación efectiva y afectiva entre padres e hijos podría colaborar a la prevención.
Además es importante conocer las amistades de los niños y adolescentes, con que personas se reune, que hace en sus tiempos libres, que páginas de internet y sobre todo de facebook visita, revisar y estar atento a los cambios conductuales de los niños y adolescentes, lo que nos puede orientar a que podría estar pasando algo.
Por otra parte, la escuela también tiene un papel importante en la prevención y en la minimización del daño una vez ocurrido el juego. Los maestros y profesores deben actuar con rapidez y estar alerta ante la sospecha de estas prácticas en la escuela y fuera de ella.
Tenemos entonces una nueva amenaza a la salud integral de nuestros niños y adolescentes, nos queda prevenir y actuar.

Dr Eduardo Hernández G.
Pediatra-Terapeuta de la Conducta Infantil
Miembro de la Comisión de Pediatría Social de la SVPP