ANSIEDAD INFANTIL ANTE LA HOSPITALIZACIÓN Y CIRUGÍA

La aparición de cualquier enfermedad en un niño genera un conflicto, si dicha enfermedad requiere hospitalización para recibir tratamiento médico y/o quirúrgico, entonces se convierte en un evento estresante y se hace presente la ansiedad infantil.
La ansiedad es un sentimiento de desasosiego, preocupación o miedo vago de origen desconocido. Echeburúa, E. (1993), define la ansiedad como una emoción que surge cuando la persona se siente en peligro, sea real o no la amenaza. Giglio, C. refiere que la ansiedad es una emoción negativa, una perturbación provocada por las presiones de la vida diaria.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (American Psychiatric Association) DSM-IV-TR, también la define en criterios clínicos, así como  El Manual de Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE 10), Organización Mundial de la Salud.

Mediciones de la Ansiedad.
La Ansiedad tiene dos formas de ser medida, una es la ansiedad rasgo que se define como la disposición o característica de respuesta que posee el niño ante el estímulo ansioso, que depende en gran medida de las diferencias individuales; y la ansiedad estado que se define como la intensidad o estado emocional transitorio del organismo infantil como respuesta ante el estímulo ansiogénico, en nuestro caso la hospitalización y/o cirugía.
La ansiedad se mide a través de dos cuestionarios de validez clínica significativa como son  el STAIC (consta de dos escalas de 20 ítems cada una, que mide la ansiedad estado y la ansiedad rasgo, es autoevaluado, y su aplicación puede ser individual y grupal para niños de 6 a 12 años); y el STAI (igual que el anterior pero utilizado a partir de los 13 años de edad).
Numerosos estudios de investigación sobre niños sometidos a intervenciones quirúrgicas Chiroque, S. (1993) investigación con 52 niños del Instituto de Salud del Niño, Perú; Molina. A. (1989); Miró J. (1998); Cullen, K. (1990); Quiles, M. (1999) que aplicaron los cuestionarios de STAIC y STAI demuestran que los niños sometidos a hospitalización y/o cirugía presentan niveles estadísticamente significativos de estrés y ansiedad.
Para el niño, la hospitalización es un estímulo altamente desencadenante de estrés. La mayoría de las investigaciones muestran alteraciones emocionales y conductuales entre los niños hospitalizados.
De acuerdo a López Fernández y Álvarez Llanes de la Universidad de Murcia-España, las alteraciones psicológicas atribuidas a la hospitalización infantil son:
Alteraciones Conductuales: agresividad, oposicionismo, rechazo a la medicación, alteraciones del sueño y del apetito, respuestas de evitación y dependencia afectiva, inatención, temores, miedo, falta de interés por las cosas, conductas de un nivel de desarrollo inferior.

Alteraciones Emocionales: ansiedad y depresión.

Factores involucrados en los efectos psicológicos de la Hospitalización Infantil.
Tres son los factores involucrados en los efectos psicológicos de la hospitalización: factores personales, familiares y hospitalarios.
1) Factores Personales: son aquellos factores que dependen estrictamente del niño que va a ingresar al hospital, se incluyen:
La edad y desarrollo evolutivo del niño, la etapa comprendida entre los 4 meses y los 6 años de edad, parece ser la más susceptible de presentar alteraciones emocionales como consecuencia de la hospitalización.
La naturaleza y gravedad de la enfermedad, lógicamente que el grado de discapacidad que pueda traer la enfermedad y el grado de dolor ocasionado por los procedimientos médico-quirúrgicos, influyen en los efectos psicológicos de la hospitalización.
El temperamento y características personales del niño, lo cual se refiere a la carga genética que trae cada niño y que lo hace individual.
La naturaleza de las experiencias previas, que el niño haya tenido en su relación con médicos y hospitales.
2) Factores Familiares: se refiere al modo en que los padres, hermanos, familiares y compañeros responden a la hospitalización del niño, su importancia radica en que toda hospitalización supone una separación de la familia y una ruptura de la dinámica familiar. La separación de la madre, constituye uno de los riesgos más relevantes para el niño hospitalizado.
3) Factores Hospitalarios: comprenden el ambiente hospitalario, ambiente nuevo y extraño al que el niño debe adaptarse, la duración de la hospitalización, el reglamento de la institución hospitalaria, que en algunos casos limita, restringe o prohíbe las visitas de familiares, con lo que se complica más la situación para el niño.
.
.Preparación a la Hospitalización Infantil:
Con el fin de minimizar los efectos stresores y ansiosos de la hospitalización  y cirugía infantil tanto para el niño como para sus padres, se recurre a programas de modificación cognitivo-conductual, los más  empleados son los siguientes:
Relajación y Respiración, orientados a lograr relajación muscular y respiraciones profundas que contrarresten el efecto ansioso de la hospitalización, y disminuyan la activación vegetativa del estrés. Para niños grandes y adolescentes se utiliza el método de Relajación Muscular de Jacobson, y para los más pequeños (menores de 7 años), se prefiere el método denominado robot-muñeco de trapo de Kendall y Braswell (1986)
Imaginación/distracción, consiste en solicitarle al niño que imagine una escena tranquila y agradable que lo haga sentir feliz. También se pueden usar las imágenes emotivas (Lazarus y Abamovitz 1962), consistente en identificar un héroe del niño que le produzca una sensación de seguridad y lo ayude a superar la ansiedad.
Autoverbalizaciones/autoinstrucciones, se entrena al niño en la elaboración de un diálogo interno con pensamientos positivos y optimistas sobre la hospitalización, para luego pasar a pensar en voz alta (decir los pensamientos) con lo cual podremos prevenir las respuestas de estrés.
Modelado Filmado (MF), es la técnica más investigada. El modelado se fundamenta en la teoría del aprendizaje social de Bandura (1983), que sostiene que la conducta puede ser aprendida y modificada mediante la observación de la misma y sus consecuencias (aprendizaje vicario).
Los primeros intentos de aplicar MF en la reducción del estrés infantil durante la hospitalización se deben a Vernon 1973 y Bailey 1974. Luego apareció el estudio de Melamed y Siegel (1975), quienes elaboraron la película “Ethan tiene una operación”, en la cual se representaban quince situaciones que la mayoría de los niños experimenta desde su ingreso hasta su alta, y mostraba a un niño afrontando las situaciones y superando la ansiedad. Posteriormente aparecieron otras cintas como “Déjame que te cuente sobre una operación”, “Paul y Dot tienen una experiencia hospitalaria”, dibujos animados como Mr. Rogers, o Willie un muñeco rana.
El Juego, los programas de juego de hospital van desde aquellos que son puramente de diversión y recreativos a aquellos que son terapéuticos. Montoya, Benavides y González (2000), definen el juego terapéutico como aquel que es utilizado con la finalidad de ayudar al niño a que desarrolle las habilidades necesarias para enfrentarse a una nueva situación o una experiencia estresante. Dentro de este tipo se encuentra el juego de los médicos, idóneo para el ensayo de conductas y de las habilidades aprendidas, consiste en entregarle al niño un “Kit hospitalario” con materiales y ropa de médicos, muñecos y marionetas.
Los payasos en el hospital, los llamados “payasos doctores” (clown-doctors) tienen como referencia las ideas y prácticas implantadas por el Dr. Patch Adams en sus intervenciones con pacientes pediátricos. El humor, el juego y la creatividad, son los componentes esenciales de la intervención de los payasos durante la hospitalización. Acá en Venezuela, contamos con el programa “Doctor Yaso”, constituido por un grupo de jóvenes actores que desde hace 5 años, llevan alegría y humor a los niños hospitalizados y sus padres, haciendo más llevadera la situación hospitalaria.
Aula hospitalaria, pretende que los niños hospitalizados reciban una atención educativa especializada, que minimice la ansiedad, el aislamiento social  y mantenga el interés por aprender. En Venezuela existen alrededor de 30 aulas hospitalarias distribuidas en los hospitales de las principales ciudades del país.

Concluimos entonces que, debido a los efectos negativos que tiene la hospitalización en un niño, se recomienda la implementación de programas de preparación psicológica que amortigüen la alteración emocional y conductual ante la hospitalización y cirugía.

Dr. Eduardo R. Hernández González.
Pediatra-Terapeuta Conductual Infantil
Correspondencia: ehernandez61@hotmail.com
Instagram: @dr.eduardo.pediatra y @terapiadelaconductainfantil

No hay comentarios:

Publicar un comentario