La adolescencia es una etapa evolutiva que implica cambios orgánicos y
cambios emocionales-conductuales, y representa un verdadero reto para los
padres, maestros y la mayoría de los adultos.
La palabra adolescencia proviene del verbo en latín adolescere, que significa “crecer” o “crecer hacia la madurez”. La
adolescencia es un período de crecimiento entre la niñez y la edad adulta, la duración es variable de
una persona a otra.
En términos generales podemos
distinguir una adolescencia temprana
entre los 11 y 13 años, adolescencia
media entre los 14 y 17 años y una
adolescencia tardía desde los 17 a los 21 años aproximadamente. (actualmente hay una tendencia mundial a prolongarla hasta los 25 años).
Por otra parte, la pubertad se refiere al período en el
que tienen lugar los cambios biológicos (por efecto de las hormonas sexuales) relativos
a la maduración sexual del individuo, aquellos años durante los cuales se
desarrollan las características sexuales primarias y secundarias que
diferencian los géneros femenino y masculino y que los preparan para el
ejercicio de la función sexual y la reproducción.
El inicio de la madurez sexual en
las niñas viene dado por la menarquia o primera menstruación y en los niños por
las poluciones nocturnas o llamados sueños húmedos.
Esta aparición abrupta de las
hormonas sexuales, junto a los cambios físicos ocasionados por ellas, trae
consigo un conjunto de manifestaciones emocionales y conductuales que
caracterizan a la etapa adolescente de cualquier individuo.
El impacto de estos cambios es
variable de un individuo a otro y va a estar determinado por una serie de
variables como: el temperamento, el estado de salud física y mental, el
autoestima, la aceptación del grupo de pares, los logros académicos y la
estructura familiar a la que pertenece.
El adolescente.
Los adolescentes que no son ni niños
ni adultos, deben luchar contra una
serie de miedos y temores evolutivos, que en la mayoría de las veces son
transitorios, pero en algunos casos se convierten en obstáculos para una
convivencia sana y feliz, así tenemos miedo a la sexualidad, a su propio
cuerpo, a enamorarse, a las guerras, secuestros, a la enfermedad, a la muerte,
a la pérdida de los padres, familiares y amigos.
Es importante destacar como característica de la
conducta adolescente la oposición a todo lo considerado como figura de
autoridad, llámese padres o familiares adultos, maestros y profesores, normas
sociales, morales y legales, todo ello conlleva a desafiar y cuestionar la
sociocultura reinante. De aquí surge el calificativo de “rebeldía adolescente o
de rebelde sin causa”, que no es más que el deseo del adolescente de convertirse
en un adulto, con personalidad definida, con criterios propios y con una
postura clara ante la vida.
Los adolescentes son los llamados
“fashion´s víctim”, es decir son fanáticos de la moda, tanto, que llegan a
tomarla como un estilo de vida, sacrificando en ocasiones la salud, la
convivencia social y el presupuesto familiar. Aparecen nuevos modelos a seguir
como artistas, cantantes, líderes políticos y religiosos, deportistas, cuyos
ejemplos no siempre son los más adecuados y ejercen entonces una influencia
negativa en los adolescentes.
También los adolescentes tienen su propio sistema
de lenguaje (oral, escrito y corporal), caracterizado por modismos propios de
la época y que los diferencian de los adultos.
Durante la adolescencia ocurre un
cambio de intereses personales, con lo cual los estudios pueden verse afectados
y surgir dificultades académicas y bajo rendimiento escolar, situación que
preocupa mucho a los profesores y papás y que a veces por un manejo inadecuado
llega a convertirse en un verdadero problema.
Otro aspecto a considerar en la cultura adolescente
es la necesidad de la aceptación por parte de grupos sociales, lo que crea un
considerable estress emocional y lo puede llevar a cometer actos y conductas a
veces reñidas con la moral y las buenas costumbres. Es frecuente que se inicien
en el hábito de fumar, consumo de alcohol y drogas y en el ejercicio de la
función sexual.
Recomendaciones a los papás:
Es muy común escuchar a papás de
adolescentes sus quejas en relación a la conducta de sus hijos, quejas como: ya
no conversa conmigo, no le gusta salir con nosotros, es reservado con su vida,
no sabemos que le gusta o disgusta, prefiere a los amigos que a la familia,
cree que el mundo gira alrededor de ellos, y otras.
Papás no pierdan la calma, e aquí
algunos consejos que les serán de ayuda para hacer llevadera esta etapa de
transición hacia la vida adulta.
Primeramente debes recordar que la
adolescencia es una etapa evolutiva en la vida de tu hijo y por lo tanto pasará
con el tiempo, paciencia, paciencia y más paciencia.
Implementa canales regulares de
comunicación asertiva con tu hijo.
No le cuestiones todo lo que diga o
haga, establece reglas claras de convivencia en el hogar y utiliza reforzadores
positivos.
No trates de imponerte a la fuerza,
utiliza mejor la negociación, escucha y respeta sus ideas y puntos de vista.
Permítele que tenga su propio
espacio para pensar, recrearse y encontrarse a sí mismo, déjalo disfrutar
cuando quiera estar solo.
No busques que se parezca a ti,
busca mejor que sea él mismo, dale consejos pero permítele que se equivoque y
que enmiende sus errores, ello genera aprendizaje.
Recuerda que la adolescencia siembra
los cimientos para una adultez sana y operativa, que le permitirá ser un buen
ciudadano, responsable y respetuoso del otro.
Si estás teniendo problemas con tu
hijo adolescente y no sabes como resolverlos, no dudes en buscar una ayuda
especializada, este profesional te dará las herramientas cognitivas y
conductuales que te permitirán un manejo adecuado de esta importante etapa de
la vida.
Dr. Eduardo Hernández G.
Pediatra y Terapeuta de la Conducta Infantil.
Instagram @dr.eduardo.pediatra y @terapiadelaconductanfantil
No hay comentarios:
Publicar un comentario